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Redes sociales y adolescentes, ¿Pueden sobrevivir sin ellas en pleno siglo XXI

- May 29, 2024

Desde el origen de las redes sociales gracias a la existencia del internet y la tecnología, uno de sus públicos y usuarios más importantes son los adolescentes.

Con un rango de edad entre los 12 y 18 años, este grupo es el responsable de consumirlas de mayor manera, transformando radicalmente la forma en que interactúan, se comunican y perciben el mundo que los rodea. A pesar de los numerosos beneficios que pueden ofrecer, su impacto en esta etapa crucial del desarrollo puede generar consecuencias tanto positivas como negativas como lo es la dependencia e incluso la adicción, las cuales merecen una reflexión y análisis más profundo.

En primer lugar, es innegable que las redes sociales han potenciado la conectividad social. Permiten a los adolescentes mantener vínculos más estrechos con amigos y familiares, independientemente de la distancia que pueda existir. A demás facilitan el intercambio de ideas, experiencias e intereses, brindando un sentido de pertenencia y comunidad que puede ser reconfortante y enriquecedor para su desarrollo emocional, esto puede verse reflejado al momento de subir historias de Instagram, opiniones en facebook y entre otras más. No obstante, este mismo entorno digital también plantea desafíos significativos.

El uso excesivo de las redes sociales entre adolescentes ha generado preocupaciones sobre su bienestar emocional y mental. La presión para mantenerse constantemente conectados, la necesidad de obtener reconocimiento a través de likes o seguidores, así como la comparación constante con los demás, contribuyen al aumento de la ansiedad, la baja autoestima y la sensación de exclusión en aquellos que no se sienten validados por la comunidad en línea. La adicción a las redes sociales es uno de los aspectos crítico que afecta directamente a los usuarios jóvenes. La necesidad compulsiva de revisar constantemente las plataformas digitales puede interferir con la capacidad para concentrarse en tareas importantes, como los estudios, el desarrollo de habilidades o el tiempo de calidad con la familia y amigos fuera del entorno digital.

“¿En que aportaría en mi vida saber el chisme sobre Rauw Alejandro y La Rosalía?”

Puede que este sea un ejemplo clave de cuestionamiento para el público adolescente y por qué no, en general. Esto, porque las redes sociales involucran de tal manera la vida propia con la de otros, como la de famosos, hasta el punto de que situaciones muy externas se hagan parte de nosotros mismos. Es por lo mismo que en la era actual, los usuarios adolescentes tendrían que aprender a “sobrevivir” sin los medios.

Si en un caso hipotético no pudieran tener acceso a las plataformas por cualquier razón, por su entorno, principalmente los de su mismo rango etario, que se mueve y se relaciona por y para las redes sociales, significaría una adaptación completa involucrando hasta sensación de rechazo o incluso abstinencia. Sin embargo no todo podría resultar negativo, porque como ya es conocido por estudios posteriores, el estar sin redes sociales podría conducir a mejoras en el bienestar mental como la ansiedad, la atención e incluso la autoestima. Revíselo en el siguiente enlace

Las redes sociales más populares e influyentes del siglo XXI han marcado de manera importante el desarrollo comunicacional de las personas y, en sí, de la sociedad misma. Es por ello que considerando a este público importante que se ve mayormente afectado y que cada vez más genera una gran dependencia a estos medios, es importante pensar en aplicar desde el punto de vista psicológico y social, más espacios en donde se pueda generar conciencia sobre el uso y abuso de las redes para que estas no nos consuman hasta el punto de intentar “sobrevivir” sin ellas.