El cantante hizo de su presentación un manifiesto gracias a su mancuerna con el estudio creativo TAWBOX. En exclusiva, sus directores creativos revelan a AD las claves del diseño y la narrativa para crear un show como una película que incluyó la voz de Morgan Freeman.
Cuando Peso Pluma subió al escenario durante el primer fin de semana de Coachella 2024 pocos se imaginaban que su presentación se convertiría en un manifiesto del controvertido género de los corridos. El enérgico espectáculo, bajo la dirección creativa del estudio británico TAWBOX, echó mano del diseño, la narrativa y la tecnología para que el cantante sensación celebrara su meteórico ascenso y de paso lanzara una de sus primeras respuestas a los señalamientos de perpetuar la violencia a través de la música.
“Peso Pluma nos convocó para ayudarle con su visión de lo que podría ser un emocionante show de una hora”, dice a Architectural Digest México y Latinoamérica Bronski, uno de los fundadores del estudio que también desarrolló la narrativa de la presentación de Coachella 2024 que incluyó la voz de Morgan Freeman. El concepto principal se inspiró en la cultura de México, pero a la vez buscaban explorar la vertiginosa popularidad del intérprete de 24 años, “celebrar su génesis y el viaje en el que ha estado, abordar las preguntas alrededor de los corridos”.
Era la primera vez que el cantante —cuyo nombre real es Hassan Emilio Kabande Laija— lanzaba una respuesta masiva sobre el género que le ha encumbrado. Pero junto a TAWBOX, completado por la creativa Amber Rimmell, decidió que la respuesta no fuera explícita. El estudio creó una narrativa fílmica en cuatro actos que sacaba provecho de la enorme pantalla de LEDS para crear una historia que hablaba sobre la oscuridad y la luz, como una alegoría del ascenso de los corridos y la música regional mexicana al mainstream. “Hablamos mucho con Peso Pluma sobre cómo el show debería ser como una película. Tener a Morgan Freeman fue un gran inicio”, cuenta Rimmell desde Londres.
La dupla creativa mencionan que hoy los conciertos se tratan incluso de statements de diseño, ingeniería o, en el caso de Peso Pluma, de experiencias cinemáticas. La cinta musical que construyeron con el cantante a o largo de tres meses tuvo como protagonista un escenario monumental en cuyas pantallas se recreaban “espacios negativos”, luego el ascenso del sol, gradualmente desplegaba titulares de diarios sobre la relación del cantante con los narcocorridos, escenas de algunos exponentes del género como Chalino Sánchez y culminaba con una proyección envolvente que parecía retraerse al centro. “La razón de eso es porque fue la puerta que creamos y por la que Peso Pluma ha cruzado”.
