La Reciente llegada de la inmigración europea del “Carding” comenzó a establecerse en la ciudad de Antofagasta. En esta época marcada por la delincuencia digital, donde los estafadores operan desde computadoras comunes, ha surgido una alarmante tendencia: los ciberdelincuentes y la comercialización de datos bancarios a través de las redes sociales.
El crimen organizado sigue evolucionando y ahora ha encontrado un terreno en la ciudad de Antofagasta. Una de sus más recientes manifestaciones es el “Carding”, una forma de estafa que ha llegado desde el viejo continente. Según datos entregados por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), entre diciembre del 2023 hasta febrero del 2024, se registraron 362.750 casos de estafas externas en el sistema financiero.
Esta práctica implica el robo de información bancaria para crear tarjetas virtuales que luego son utilizadas para realizar compras fantasmas. La actividad delictiva opera desde las redes sociales donde una amplia comunidad llega a realizar cursos completos con tal de conseguir el instructivo para poder entrar en el negocio. Plataformas como Telegram, Facebook, X, Whatsapp e Instagram son las más utilizadas para este propósito.
Para adentrarnos un poco más y comprender, Víctor Rojas Leighton, subprefecto de la Brigada de Delitos Económicos de la PDI, comentó que: “principalmente el modo más usado es la sustracción del whatsapp. Prácticamente, no te dejan operativo el celular. También se da mucho el tema del phishing, que es la suplantación de identidad, el cual es un método para engañar y hacer que compartas contraseñas y números de tarjetas u otra información confidencial que tú puedas tener en la banca”.
Aunque no existe una condena específica para el Carding en términos legales, este delito puede ser asociado al fraude financiero, que conlleva penas que van desde 541 días hasta 5 años de prisión, dependiendo de la gravedad del caso y el criterio del juez.
Esta nueva ola del Carding está en constante expansión a nivel mundial, y lo que ha llevado a que instituciones de orden y seguridad cada vez fortalezcan más sus relaciones con organismos internacionales para combatir este tipo de delitos. Jose Troncoso, abogado y vocero de la fiscalía regional, mencionó que “la fiscalía nacional cuenta con una unidad de colaboración internacional, a través de la cual hemos ido fortaleciendo los lazos de colaboración con otras fiscalías extranjeras. Particularmente desde donde operan las mayorías de estas bandas, en países como Estados Unidos, México, Colombia, con el fin de poder intercambiar información y determinar el modus operandi”.
Este fenómeno representa un desafío creciente en el panorama de la delincuencia digital, pero con una respuesta coordinada y proactiva por parte de las autoridades y la sociedad en su conjunto, Trabajar hacia un entorno en línea más seguro es fundamental. Es crucial que los delitos de esta índole sean castigados de manera severa en todo el país para disuadir a futuros perpetradores y proteger a la comunidad en línea.
