Hoy en día en la mayoría de hogares cuenta con una mascota, debido a esto, su cuidado responsable se a vuelto un tema central para bastantes grupos de personas, cuidarlos va mucho más allá de alimentarlas, implica compromiso, cariño y atención constante.
Uno de los pilares fundamentales es la alimentación balanceada. Muchos cometen el error de dar sobras o premios en exceso, sin saber que lo que parece una muestra de cariño puede dañar su salud. Consultar con un veterinario y elegir el alimento adecuado según la especie, edad y estado físico, es clave para su bienestar.
Otro punto muchas veces ignorado es la actividad física. Por ejemplo, los perros necesitan salir, correr, olfatear el mundo. No basta con un patio: su salud mental también depende del paseo diario. Y aunque los gatos parecen más independientes, también requieren estímulos, juegos, y rincones para escalar o esconderse.
La higiene es otro tema esencial. Baños periódicos, cepillado, limpieza de oídos y control de parásitos no solo evitan enfermedades, sino que refuerzan el vínculo entre humano y animal. El momento del cepillado, por ejemplo, puede convertirse en un espacio de mimos y calma compartida.
Pero más allá de lo físico, hay algo aún más importante: el tiempo y la atención emocional. Las mascotas sienten. Saben cuándo estamos tristes, cuándo estamos apurados, cuándo las ignoramos. Necesitan rutina, paciencia y, sobre todo, presencia. Un rato al día para jugar, acariciar, hablarles. Aunque no entiendan todas las palabras, perciben el tono, el afecto.
No menos importante es la visita regular al veterinario, que va más allá de las vacunas. Un chequeo anual puede detectar a tiempo cualquier anomalía y garantizar una vida larga y feliz.
