Noboa logró una amplia ventaja de 10% frente a su contendiente Luisa González, que solo ganó en 6 de las 24 provincias del Ecuador.

Con una participación del 83,17% de la población habilitada para votar, este domingo 13 de abril, Daniel Noboa fue reelegido como presidente de Ecuador tras vencer a la candidata correísta, Luisa González, en la segunda vuelta presidencial del país sudamericano.
Noboa obtuvo el 55,62% de las preferencias, logrando superar ampliamente a González, que solo alcanzó un 44,38% de los votos, marcando una diferencia que las encuestas previas a la segunda vuelta no preveían.
Ante esto, la candidata correísta anunció que no aceptaría los resultados y solicitaría un recuento de los votos, ante lo que ella consideró como que “Ecuador está viviendo una dictadura y el fraude más grotesco de su historia”.
Observadores Internacionales

Sin embargo, veedores internacionales de esta elección como la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE) rechazaron la postura de la candidata correísta de un fraude, asegurando que los resultados entregados por el CNE eran verídicos.
En este sentido, la Misión de Observación Electoral de la OEA, liderada por el ex-canciller chileno Heraldo Muñoz, dio a conocer en su Informe Preliminar que “la población se expresó con claridad sobre quién debe conducir el país durante los próximos cuatro años”, reconociendo la participación ciudadana y resultados eleccionarios de la segunda vuelta presidencial.
Por otra parte, la Misión de la UE reportó que este proceso de elecciones fue “pluralista y pacífico”, pero que la alternancia de Noboa entre sus funciones como presidente y candidato durante la campaña podría “desdibujar aún más los límites entre ambos papeles y generó desequilibrio en las condiciones de competición“.
Reacciones internacionales
Ante el anuncio del CNE de un “resultado irreversible”, los gobiernos de Chile, Estados Unidos y Brasil felicitaron a Daniel Noboa por su victoria en las presidenciales ecuatorianas.
Pero otros líderes sudamericanos, como Nicolás Maduro y Gustavo Petro, no reconocieron los resultados de la segunda vuelta, apoyando la posición de Luisa González de un posible fraude electoral.