Un trágico suceso que ha conmocionado a todo Santiago ,el pasado lunes en la mañana, la rutina de Santiago se rompió con una noticia impactante. Andrés Romero Fuentes, un hombre de 40 años, fue encontrado muerto en el cerro Santa Lucía. Lo que al principio parecía un suicidio solitario, pronto reveló una historia mucho más trágica: antes de quitarse la vida, Andrés había matado a su pareja, Aurora Bustos Orellana, de 39 años, y a su hija de solo dos años en su departamento de Vitacura.
La familia vivía desde hace seis meses en ese lugar. Vecinos los describen como tranquilos, profesionales, sin problemas aparentes. Ambos eran tecnólogos médicos y se veían como una pareja común. Sin embargo, una vecina contó que la noche anterior escuchó una fuerte discusión. No pensó que se trataría de algo grave.
La policía llegó al departamento tras identificar al hombre fallecido. Al entrar, encontraron los cuerpos de Aurora y la niña. En el lugar también había rastros de drogas. Esto abrió nuevas preguntas para la investigación.
La Fiscalía de Género Oriente está revisando el caso. No existían denuncias previas ni antecedentes de violencia. Todo parecía normal desde fuera. Aún no se sabe qué fue lo que llevó a Andrés a actuar de esa forma. Hoy el departamento está vacío y con una cinta policial en la entrada. El ambiente es triste y los vecinos siguen en shock. Nadie imaginó que algo así podía pasar tan cerca.
Esta tragedia recuerda que, aunque no siempre se ve desde afuera, pueden estar ocurriendo cosas graves dentro de una familia. Y a veces, cuando uno recién escucha el grito o nota el silencio, ya es demasiado tarde.
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