
En su reciente visita a Brasil, el presidente Gabriel Boric dejó en claro cuál será el camino que tomará Chile ante los vientos proteccionistas que soplan desde Estados Unidos. Frente a las cámaras y banderas, Boric no dudó en rechazar las políticas arancelarias impuestas por Donald Trump. Su mensaje fue contundente: “Responderemos con más integración”. Y, con esas palabras, dejó claro que Chile no retrocederá hacia el aislamiento, sino que buscará fortalecer sus lazos regionales y diversificar su economía.
El presidente, rodeado de líderes y medios, detalló su visión para el futuro de la economía chilena. En lugar de imponer más barreras, propuso un enfoque diferente: la integración. Citó como ejemplo el Corredor Bioceánico, un proyecto que promete conectar el Pacífico con el Atlántico, fortaleciendo los lazos comerciales entre Chile, Argentina, Brasil, Paraguay y más. Para Boric, esta infraestructura no es solo una ruta de comercio, sino un símbolo de una América Latina que debe unirse frente a los desafíos globales.
La crítica a Trump fue directa. El mandatario chileno recordó los efectos negativos de los aranceles sobre productos clave de Chile, como el cobre y el vino. Pero, lejos de caer en el juego de la confrontación, Boric apeló a la cooperación y al fortalecimiento de mercados emergentes como India y Emiratos Árabes Unidos, demostrando que Chile está decidido a mirar más allá de las fronteras del norte.
Al concluir su intervención, Boric reafirmó su postura: Chile, en lugar de levantar muros, se dedicará a construir puentes, buscando oportunidades y relaciones de cooperación a largo plazo.